ESTADOS UNIDOS .- Los vientos de Beta se debilitaban a medida que se acercaba a tocar tierray no se prevé que la tormenta se convierta en huracán.
A medida que la tormenta tropical Beta se acerca a la costa de Texas, la mayor incertidumbre es cuánta lluvia podría dejar a su paso por zonas que ya han resultado afectadas por otros meteoros durante la temporada de huracanes.
Los vientos de Beta se debilitaban a medida que se acercaba a tocar tierra, previsiblemente el lunes, y no se prevé que la tormenta se convierta en huracán. Pero su trayectoria a lo largo de la costa de Texas durante el próximo par de días una vez que esté sobre tierra podría generar bandas de precipitaciones y aguaceros, indicaron los meteorólogos. Las primeras lluvias de Beta comenzaron a caer el lunes en el área de Houston.
“Esta es probablemente la parte más incierta del pronóstico”, dijo Dan Reilly, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología en la oficina de Houston-Galveston, en referencia a las precipitaciones de Beta.
Los pronósticos iniciales de hasta 51 centímetros (20 pulgadas) de lluvia en algunas zonas, se redujeron el lunes a 38 centímetros (15 pulgadas). Condados ubicados sobre las costas de Texas probablemente recibirían de 10 a 15 centímetros (4 a 6 pulgadas) con entre 5 y 10 centímetros (2 a 4 pulgadas) tierra adentro, comentó Reilly.
Meteorólogos y funcionarios aseguraron a los residentes que no prevén que Beta se convierta en otro huracán Harvey o en la tormenta tropical Imelda. En 2017, Harvey dejó más de 127 centímetros (50 pulgadas) de lluvias en Houston y causó daños por 125.000 millones de dólares. Imelda, que impactó en el sureste de Texas el año pasado, fue uno de los ciclones con más precipitaciones de los que se tenga registro.