Ciudad de México/Redacción:
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) manifestó este 14 de febrero su rechazo a la campaña de descrédito del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, contra periodistas mexicanos.
A través de su presidente, Jorge Canahuati, la SIP condenó la “actitud estigmatizante, de descrédito y descalificaciones de parte del presidente López Obrador contra periodistas y medios».
Así mismo, agregó que “es sumamente peligrosa esta práctica abusiva desde el Poder Ejecutivo, que pone en riesgo la seguridad de quienes ejercen un periodismo investigativo y crítico que puede incomodarlo».
Cabe señalar que el mensaje de la SIP se presenta luego de la revelación de los supuestos ingresos del periodista Carlos Loret de Mola, por parte del titular del Ejecutivo Federal en una de sus conferencias desde Palacio Nacional, luego de unas críticas del yucateco sobre su hijo y una propiedad en Estados Unidos.
La revelación del Gobierno de México se hizo tras el reportaje del costo de la vivienda del hijo de López Obrador, la cual cuando la habitó, era propiedad de un ejecutivo de la compañía de servicios petroleros Baker Huges, que tiene contratos millonarios con la estatal empresa Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Por su parte, el Presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, dijo que “el caso de Loret Mola es un ejemplo de la postura vengativa del mandatario, quien usó información confidencial de datos fiscales para atacar al periodista».
Jornet, quien demás es Director periodístico de La Voz del Interior, de Argentina, consideró que «la escalada de ataques personales a medios y periodistas que cuestionan su gestión en el gobierno y difunden información que considera negativa para su administración supone una invitación a ejercer más violencia y es contraria a la tolerancia que debe prevalecer en una democracia».
Finalmente, vale referir que en una carta enviada al Presidente de México el pasado 4 de febrero, Canahuati y Jornet consignaron que “denigrar a la prensa desde la cima del poder no es un juego dialéctico… menos aún en horas oscuras como las que vive México por esta ola de violencia».